Rinitis alérgica? Estornudos frecuentes? Picor en los ojos? Conjuntivitis? Urticaria, eczemas o erupciones cutáneas? Cómo te puede ayudar la homeopatía si tienes alguno de estos síntomas?
Parece ser que año tras año aumenta el porcentaje de personas afectadas por alguno de los síntomas mencionados anteriormente. Las tasas de sensibilización hacia uno o más alérgenos comunes en niños de edad escolar se están aproximando al 40-50% en todo el mundo.
Y por qué este incremento de casos?
Factores alimentarios
Aparte de los hábitos alimenticios, muchas veces, no muy saludables de nuestra sociedad actual que van degradando poco a poco nuestros sistemas fisiológicos de defensa, la incorporación del uso de farmacología veterinaria industrial, pesticidas y el propio proceso industrial alteran la composición nutricional de nuestros alimentos diarios.
Factores medio-ambientales
Aumento de contaminación que hace que crezca la concentración de alérgenos aéreos.
Factores sociales
La disminución (media) en número familiar y las mejoras en la higiene personal reducen las oportunidades de infecciones cruzadas en las familias y esto podría conllevar una desregulación del sistema inmunológico.
Factores de salud pública
El uso reiterado de medicación química por problemas agudos (simple resfriado o fiebre (no peligrosa) y sobre todo problemas crónicos (bronquitis, otitis, asma, etc …) pueden llevar a una supresión continuada de los procesos fisiológicos y a la larga el sistema inmunitario puede terminar reaccionando de forma equivocada frente elementos a priori no nocivos para nuestros organismo.
El ritmo frenético del mundo actual puede llevar a una alteración continuada de nuestro sistema nervioso. Este está íntimamente conectado con nuestro sistema de defensa ya que se entiende perfectamente que si estamos constantemente en alerta nuestro sistema de defensa estará también en constante activación y será más fácil que se produzca una reacción exagerada en algún momento a algo que en una situación de calma nuestro sistema inmunológico podría tener una reacción óptima.
Si, aparte, como decíamos anteriormente, nuestros hábitos alimenticios no son del todo saludables … estamos ante un terreno muy favorable para trastornos alérgicos o auto-inmunitario tan comunes en nuestros días (intolerancias (gluten, lactosa), artritis reumatoide, tiroiditis de Hashimoto, psoriasis) o de otros aún más graves.
¿Tienes predisposición genética?
Es evidente que hay un porcentaje de casos que tienen una predisposición genética clara pero el crecimiento sustancial de casos durante los últimos años hace pensar que el contexto de salud (mental, emocional y física) de la persona puede influir claramente en la aparición de síntomas tanto si existe predisposición genética familiar o no.
¿Cuáles son los principales alérgenos?
Algunos alimentos
Los que causan la alergia con más frecuencia son la leche de vaca, la clara claves, los mariscos, el pescado y los frutos secos.
Las principales manifestaciones son los trastornos gastrointestinales como vómitos o diarrea, si bien pueden manifestarse también en forma de urticaria o asma o más graves como un shock anafiláctico.
Veneno de insectos inoculados por picadura
Alérgenos inhalados, causantes de las alergias respiratorias
Los más frecuentes son los pólenes de las plantas, polvo doméstico rica en ácaros, pelo de animales y hongos ambientales.
Los medicamentos provocando lo que se conoce como RAM
(Reacción Alérgica Medicamentosa). Sobre todo, algunos antibióticos, anestésicos locales, analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos, contrastes radiológicos y algunos fármacos de uso tópico.
Otras sustancias
Detergentes, metales (níquel, cromo), látex (frecuente en personal sanitario) pueden producir dermatitis alérgica o de contacto.
¿Cuál es el mecanismo de acción interno de las alergias?
La respuesta alérgica es una disfunción de nuestro sistema inmune a uno o varios alérgenos.
Se trata de una respuesta equivocada y exagerada del sistema inmunitario. En lugar de no responder a un elemento que no debería suponer ningún problema: polen, polvo, proteína del huevo, gluten, etc … el sistema inmunológico responde como si se tratara de un agente peligroso.
Y lo hace a través de los linfocitos TH2 que son los encargados, desde un punto de vista evolutivo, de combatir parásitos (helmintos).
Estos activan a la vez linfocitos B para que produzca inmunoglobulinas E y estas al entrar en contacto con otras células llamadas mastocitos harán que se degraden y suelten infinidad de moléculas de histamina que serán las encargadas de producir todos los síntomas alérgicos: picores, mucosidad, hinchazones, rojeces, etc.
¿Qué se puede hacer ante todo esto? ¿Qué puede hacer la homeopatía?
Es evidente que hay en primer lugar intentar no exponerse de forma determinada a la alergia. Por lo menos cuando todavía se tienen síntomas y por tanto la alergia no está curada del todo. Es decir, no hay que comerse un tortilla francesa deliberadamente si se tiene alergia al huevo o no hay que ir a pasar un fin de semana a ver tiempo de flores en la bella ciudad de Girona si se tiene alergia al polen.
También será de gran ayuda llevar una buena higiene de vida. Como hemos visto anteriormente, la importancia de alimentarse correctamente:
Procurar eliminar de la dieta elementos inflamatorios y que pueden nos pueden hacer subir la histamina: panes y pasta con gluten, leche y quesos, azúcar, dulces, chocolate, alcohol.
Podríamos concretar más ya que hay otros productos que pueden hacer subir la histamina como por ejemplo: carne y pescado ahumado y enlatado, tomates, garbanzos, soja, cacahuetes …
Buena alimentación, ejercicio moderado e intentar llevar una vida no muy estresada …. esta sería una buena combinación para combatir alergias y todo lo que venga, pero qué pasa si entramos en un círculo vicioso como:
Estoy nervioso, tengo inquietud interna, estoy más irritable de lo normal y por eso no me es fácil comer del todo bien y la alergia me dispara … .Es decir: no puedo cambiar hábitos si no me tranquilizo.
Sin comer bien y hacer ejercicio diario y no estar demasiado nervioso la alergia sigue … es decir: no es un problema de hábitos.
Un buen tratamiento homeopático puede ayudarte en ambos casos. Un buen tratamiento homeopático te llevará hacia un grado de salud, mental, emocional y físico más óptimo.
Por lo tanto, si estás nervioso, irritable, insomne, inquieto te podrá ayudar a calmarte o ayudar a afrontar los factores estresantes de forma más saludable. De esta forma tu sistema nervioso se podrá calmar, tu sistema de defensa también y por lo tanto tu reacción anómala alérgica también.
Si no es un problema de hábitos podemos estar ante un poblema heredado genéticamente o por algo desencadenado por alguna de las causas que hablaba al principio del artículo: factores externos como exceso de contaminación, supresión medicamentosa o alguna causa que provocara, de forma repentina, una alteración del sistema neuro-inmunológico: una pena, un choque emocional fuerte (susto fuerte), un traumatismo (accidente de coche, golpe en la cabeza, etc …).
Si tenemos herencia genética, el caso tiene un peor pronóstico. Con un buen tratamiento homeopático, sin embargo, podemos llegar a disminuir mucho la frecuencia y la intensidad de los brotes e incluso eliminar los mismos.
En estos casos sí que será importante como acompañamiento al tratamiento una óptima higiene de vida, pero como la homeopatía nos empuja hacia la salud, también emocional, nos ayudará.
En los demás casos la homeopatía nos puede ayudar a borrar los efectos nocivos que en un momento nos produjeron una alteración repentina de nuestro sistema neuro-inmunológico.