Chico de 22 años con erupciones pruriginosas en los 2 codos, en la ingle derecha y en a veces en las axilas con un año aproximadamente de evolución. Estas erupciones son intermitentes. Pueden estar 2 meses sin aparecer pero cuando están, son muy molestas. El paciente es bastante nervioso. Estos nervios los vive de forma interna. Y cuando estos aumentan experimenta un agravamiento en los picores. Me comenta: «¡En estos momentos, me arrancaría los codos!».
Homeopatía para calmar las molestias en la piel, ¿funciona?
Tras analizar el caso en profundidad llego a la conclusión de que un medicamento homeopático (concretamente el mercurius solubilis 200 ch) puede ser de gran ayuda al paciente. Tal como explico en la web, la homeopatía óptimamente recetada, estimulará el sistema inmunológico de forma que le llevará en la dirección hacia la curación.
Este caso me va de maravilla para explicar 2 cosas:
La Ley de curación de Hering
Las agravaciones curativas
La ley de curación de Hering es desarrollada como su propio nombre indica por Constantine Hering (1800-1880), un doctor homeópata alemán. Una anécdota biográfica de Hering es que va a ser contratado para redactar un libro para intentar ir en contra de la homeopatía pero el adentrarse en la materia y constatar con sus propios ojos el éxito y efectividad de esta disciplina, acabó por ser uno de los mejores homeópatas de la historia.
Esta ley básicamente explica entre otras cosas que la curación en nuestros cuerpos tiene siempre una direccionalidad: va de dentro a fuera y de fuera a dentro.
Por lo tanto la patología tiene el sentido opuesto a la curación. De fuera a dentro y de abajo a arriba.
En el caso de ejemplo tenemos un chico que presenta su patología más intensa en la zona más periférica del cuerpo. En la piel. A la vez parece también que a nivel emocional hay una cierta afectación.
Si tenemos en cuenta los 2 ámbitos de afectación del paciente, la parte emocional y la piel, y entendemos, tal como dice Hering que la curación deberá ir de dentro a fuera, tendremos que suponer, por tanto, que la parte emocional que es más profunda, deberá mejorar y de alguna manera esta direccionalidad podrá hacer que la piel agrave al principio ya que el peso patológico es más profundo. La parte emocional se puede trasladar a la parte más periférica, y de esta manera se podría agravar durante los primeros días la patología de la piel para acabar mejorando al final, produciéndose en una agravación curativa.
Este sería el sentido de la curación. De dentro hacia fuera y agravando la periferia al principio debido a la carga patológica más profunda inicial.
Otro ejemplo de la ley de Hering en homeopatía
Imaginemos que tenemos un niño con asma respiratorio. Antes de este asma este niño tenía piel atópica con escemas en última las articulaciones, codos, rodillas, muñecas, etc. Estos escemas fueron tratados con cortisona de tal forma que desaparecieron.
Al cabo de un tiempo el niño empezó a tener problemas respiratorios hasta desarrollar un asma que le diagnostican como crónico. (De estos casos vemos muchos en consulta)
Si le damos un medicamento homeopático que estimule correctamente el sistema inmunitario, este podrá curar, agravando o no, al principio de alguna manera, el tema respiratorio (dependiendo del tiempo que lleve con la patología y su nivel de salud) y cuando el asma desaparezca lo más seguro es que le vuelvan las erupciones que habían sido suprimidas anteriormente con la cortisona.
Y, al final éstas también deberán curar, acabando así con el sentido opuesto de la patología que fue de fuera (piel) a dentro (bronquios) y deberá ser curada de dentro (bronquios) hacia fuera (piel).
Antes y después del tratamiento homepático tras tratar una patología cutánea
Aquí tenemos las fotos de antes del tratamiento.
El paciente toma el 24 de octubre de 2020 3 gránulos de mercurius solubilis. La mañana siguiente me escribe y me dice que le han salido granos en las axilas y le han aumentado la erupción del codo izquierdo y me indica que esa noche le han picado mucho.
Le indico que se ponga Talquistina o polvo de talco y aloe vera para aliviar al máximo el picor pero que no toque nada de nada. Y le cuento que la reacción que está teniendo es la óptima.
Fotos del 30 de octubre. Las erupciones siguen picando y en las axilas han crecido un poco.
2 de noviembre. Las erupciones crecen un poco más, todavía. El picor continúa.
9 de noviembre. Las erupciones ya han mejorado mucho y lo más importante: El paciente me indica que está mucho más tranquilo, (aparte de la tranquilidad que le ha dado no tener más picor, evidentemente) más contento y con más energía. Relativamente más que antes de comenzar el tratamiento.
Como se puede comprobar mirando las fotos la evolución de las erupciones sigue el curso esperado según la ley de Hering y la agravación (más erupción y más picor) acaba siendo una agravación curativa. Lo más importante es que el paciente termina sin erupción y se encuentra mejor a nivel emocional.
Este es el objetivo y al mismo tiempo una de las propiedades únicas de la homeopatía como herramienta terapéutica: mejora física y emocional de los pacientes.
Testimonio después del tratamiento de homeopatía
Todo comenzó a finales de octubre cuando me salieron unas erupciones en la ingle y el codo, que picaban muchísimo, le comenté a Salva, y me dio unas (bolitas) que las tuve que tomar dos días seguidos, a partir de entonces todo fue a peor. Me empezaron a salir las erupciones, más grandes en axilas, estómago, cuello detrás de las rodillas, y el picor era insoportable. Al pasar el mes, todo fue a la baja, hasta que a día de hoy, un mes y medio después, no tengo nada. Hay que decir que psicológicamente estoy mucho mejor que antes de empezar todo esto.
